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Cerro del Tepeyac: Lugar de las Santas Apariciones

 

SANTUARIO NACIONAL DE SAN JUAN DIEGO

Breve visita a este templo en construcción que se erige en honor al vidente, confidente y mensajero de la Santísima Virgen de Guadalupe.

 

INSIGNE Y NACIONAL BASILICA DE SANTA MARIA DE GUADALUPE

Basílica Nueva: El 12 de octubre de 1976 se consagró este recinto con una arquitectura muy moderna de base circular, con 100 metros de diámetro, para que el mayor número de visitantes pudiera participar de las celebraciones litúrgicas y, además, admirar la belleza del ayate de San Juan Diego.

Basílica Antigua: Este edificio, el cuarto levantado en honor a Santa María de Guadalupe, fue consagrado el 1º. de mayo de 1709. El arquitecto Pedro de Arrieta colocó en cada una de las puertas un relieve con una de las apariciones a Juan Diego y las imágenes de apóstoles y profetas.

Ex - convento de Capuchinas: La iglesia y el convento de las madres capuchinas, rama femenina de los frailes franciscanos, fueron construidos en 1787 por el arquitecto Ignacio Castera. El templo, como todas las construcciones de su tipo, tiene la puerta de acceso paralela a la calle, es decir, no frente al altar mayor, pues así se facilitaba que las monjas asistieran a misa sin romper con su voto de clausura, aquel en que juraban no salir a la calle una vez que habían consagrado su vida a Cristo.

Carrillón: Este reloj múltiple, inaugurado en 1991, se propone mostrar una diversidad de maneras de medir el tiempo: tiene en la parte frontal un reloj civil y un astrolabio o reloj astronómico. En el costado derecho hay un reloj solar. En el costado izquierdo hay un reloj azteca que permitía establecer los tiempos de cosecha y siembra, 18 meses de 20 días, tan importante para las culturas campesinas. La construcción se completa en la parte frontal por un escenario circular o ciclorama donde se presenta la historia de las apariciones de la Virgen.

Plaza Mariana: Fue entregada en Octubre de 2011 por la Fundación Carlos Slim a la Basílica de Santa María de Guadalupe para poder ampliar la oferta a los peregrinos que visitan a la Santísima Virgen de Guadalupe. Consta de un Centro de Evangelización, con auditorio y salones para encuentros, reuniones, congresos, convenciones, etc. un Museo Guadalupano, un Columbario, para depósito de restos humanos, una explanada para que los diversos grupos que visitan la Basílica cuenten con un lugar amplio para manifestar su fe (danzas y tradiciones culturales), y un estacionamiento.

Parroquia de Indios: Esta ermita es el edificio más antiguo que se conserva en todo el recinto. Fue construida alrededor del año 1649. En este sitio estuvo por vez primera el Sagrado Original. Se le conoce como “de indios” pues aquí, en el lugar donde según la tradición vivió San Juan Diego sus últimos años, se estableció una cofradía de indígenas en 1679 en el mismo sitio.

El Pocito: En las faldas del cerro del Tepeyac brotó un manantial. La gente lo consideró desde siempre una señal inequívoca del lugar exacto en donde San Juan Diego había hablado con la Virgen. La fama corrió como el agua: pronto se convirtió en un foco de infecciones pues en él, la gente bebía y se lavaba heridas. El arquitecto Francisco de Guerrero y Torres levantó una iglesia alrededor del pozo pocos años más tarde. Todas las obras fueron realizadas sin que nadie, albañiles o ayudantes, cobraran un peso por su trabajo, se concluyó en 1791.

La Ofrenda: Este conjunto escultórico de 17 figuras ubicado en los jardines del Tepeyac, representa el homenaje de los indígenas a Santa María de Guadalupe. La idea fue construir esta fuente enmarcada por dos cascadas unidas a los pies de la Morenita del Tepeyac como símbolo del nacimiento de un pueblo nuevo, hijo de indios y españoles. Se inauguró en septiembre de 1986.

La Vela del Marino: Este monumento ubicado en la rampa oriente, construido al mismo tiempo que la capilla del Pocito, cuenta que un barco salido de España estaba a punto de naufragar al llegar a la costa de Veracruz, para evitarlo los marinos se encomendaron a la Virgen y Señora del Tepeyac, logrando así salvar su vida. En agradecimiento colocaron el mástil del navío como soporte o alma de un monumento que desde entonces es uno de los elementos característicos del paisaje del santuario. En los primeros años del siglo XX un fuerte ventarrón lo destruyó, por lo que fue necesario sustituirlo por un objeto más sólido, pero que remitiera a su origen.

Capilla del Cerrito: La tradición Guadalupana nos transmite que en la punta del cerro del Tepeyac fue donde San Juan Diego tomó las rosas para mostrarlas al obispo Zumárraga como prueba de las apariciones de la Siempre Virgen Santa María de Guadalupe. Sin embargo no se levantó una capilla en este lugar sino hasta 1666, cuando un panadero y su mujer, Cristóbal de Aguirre y Teresa Pelegrina, pagaron la construcción de una iglesia pequeña. Esta resultaba insuficiente para la cantidad de peregrinos que querían conocer el lugar milagroso, por lo que en 1749 se construyó una nueva de mayores dimensiones.

Panteón del Tepeyac: Las fuentes mencionan que ya existían tumbas en torno a la Capilla del Cerrito en el año de 1716; actualmente es un sitio de reposo con valor Sagrado por su ubicación en el lugar en que San Juan Diego hace casi quinientos años tomara las rosas que llevara al Arzobispo Fray Juan de Zumárraga. Sus monumentos decorados regiamente, algunos de ellos importados de Francia e Italia, resguardan los restos de personas de la más alta sociedad en su momento: Antonio López de Santa Anna, Gabriel Mancera, y Manuel Orozco y Berra entre otros.

Bautisterio: En este edificio se celebra el sagrado sacramento del bautismo. Su construcción tiene la forma de espiral y fue consagrado en 1991. En el interior sobresale la piedra bautismal, realizada en una sola pieza de mármol donde se encuentran algunas reliquias del padre Agustín Pro, mártir católico mexicano del siglo XX.

Museo de la Basílica: El museo se localiza a espaldas de la Basílica Antigua. Fue inaugurado el 12 de octubre de 1941 por el XX Abad de Guadalupe Feliciano Cortés y Mora y desde entonces alberga una colección diversa de más de 1,500 piezas entre pintura, escultura, grabados, textiles, orfebrería y mobiliario realizados entre los siglos XV y XX tanto en nuestro país como en Europa. Es reconocido como el museo mariano más importante en México.

Recinto de Oración a Cristo Rey: En el marco de la celebración litúrgica de Cristo Rey quedó habilitado al lado del cerrito en el Tepeyac, a pocos pasos de la Basílica de Guadalupe, el recinto de oración en honor a Cristo Rey, que incluye una vereda donde están labradas en cantera las nueve Bienaventuranzas del Evangelio. Este camino incluye dos imágenes del Inmaculado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, y culmina en un jardín donde está una monumental escultura de Cristo Rey en bronce, de seis metros de alto, que está representado sobre un mundo, con corona y un cetro en la mano.

Estatua del Papa Juan Pablo II: Para conmemorar la visita de Juan Pablo II a nuestro país en 1979, se fundió en bronce esta monumental escultura que lo muestra de pie, en acto de bendecir, con el báculo en la mano. La escultura mide tres metros de altura y fue realizada por el escultor poblano Ernesto R. Tamariz. Se le colocó entre la Basílica Antigua y la Nueva para que todo visitante pudiera verla, su inauguración fue el 12 de diciembre de 1981, como parte de los festejos por el 450 aniversario de las apariciones de la Virgen en el Tepeyac.

 

 

 

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